Esta es nuestra tarea como Familias Misioneras Carmelitanas: evangelizar las familias dejándonos evangelizar nosotros primero, haciendo juntos el camino de seguimiento de Cristo, que nos propone la experiencia de amor como garante de verdadera plenitud y perseverancia en el ideal de una vida en armonía y unidad.

Las Familias Carmelitanas de san José ejercen su apostolado desde las Ciudades
de Dios, de manera especial desde aquellas que hemos llamado “Aldeas de la Misericordia. Soñamos con hacer de las Ciudades de Dios y de las Aldeas de la Misericordia una familia de familias. Creemos en la fuerza del Evangelio y en la posibilidad de construir juntos esos espacios de fe y amor, donde todos nos sintamos hermanos y miembros de la gran familia creada por Dios a imagen y semejanza suya. Algunas Familias Carmelitanas de san José asumirán la dirección de las Aldeas de la Misericordia, cuidando de la vida espiritual y material de las mismas.

Otras familias trabajarán en los objetivos centrales de nuestra espiritualidad, haciéndolo desde sus casas. Tendrán encuentros periódicos de oración, formación y cultivo de la sana convivencia. Procurarán desarrollar una tarea evangelizadora, en bien de la familia, en común acuerdo con los párrocos.